Lo más apreciado es el encuentro con las personas
Cuando empecé a recibir como guía a viajeros suecos en Chile, me pareció importante introducirles al ambiente chileno-sueco que hay en Santiago; a chilenos que regresaron de Suecia y a suecos residentes en Chile. A personas que se esmeran por hacer del ICHS una organización dinámica y vital.
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Era esperable que se generaran encuentros humanos fructíferos, pero igualmente resultó sorpresivo que fuera tan bien evaluada esta parte del programa. Se trata de algo sencillo: una conversación en la que varias personas intervienen, un coctel con cosas ricas para comer y tomar.
La mayoría de las veces estuvimos en las oficinas del ICHS en la SECH, pero dos veces, como ahora último, estuvimos en el patio de la casa de Marisol Bravo en un cálido ambiente familiar. La última vez también asistió el embajador y traductor Peter Landelius, compartiendo sus experiencias con los escritores latinoamericanos, y las dificultades que plantean el oficio de traductor. Sus relatos fueron bien apreciados por el grupo, pero lo que más impacto profundo provoca a los suecos, es el encuentro con sueco-chilenos y chileno-suecos comunes.
Al término del viaje de tres semanas por Chile, Argentina y Uruguay suelo, les hago siempre la pregunta: ¿qué es lo que más impacto les causó? La convivencia con el ICHS siempre se resalta como uno de los momentos más relevantes. Ningún viaje es mejor que el que ofrece encuentros con otras personas. Las convivencias con el ICHS se volvió ya una tradición y forma parte permanente de mis viajes.
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Lars Palmgren
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Fotos: Marcus Nilsson