Las películas de Ingmar Bergman impactan a mucha gente en Chile
El documental “Bergman Island on Fårö, cinema and life” fue una de las películas que se presentaron durante la semana de celebración del Centenario del nacimiento del gran Director sueco de Cine y Teatro.
Entre el 24 y 30 de abril, el IChS, junto con la Embajada de Suecia y la Cineteca Nacional de Chile, presentaron durante una semana una muestra de cine, conmemorando así a Ingmar Bergman, considerado como uno de los más influyentes cineastas en la historia del cine.
Su Centenario se celebró en el Centro Cultural la Moneda, exhibiendo una muestra de ocho de sus más importantes y destacadas películas.
Además de una exposición gráfica con la línea de tiempo de los momentos destacados de la vida del cineasta, se realizó un conversatorio en el cual el público pudo compartir y reflexionar sobre su trabajo, junto a un panel de críticos de cine, como Diego Muñoz, Oscar Salas y Cristian Briones, conocedores de la obra de Bergman y que juntos producen un podcast radial sobre cine. Los tres panelistas afirmaron que las películas de Ingmar Bergman han inspirado e influenciado a los cineastas chilenos con sus metáforas e imágenes, pero quizás y sobre todo presentando temáticas complejas sobre los sueños y la muerte.
El documental fue presentado en un salón casi lleno. El público se mostró fascinado con este documental sobre un hombre que habla tan honestamente sobre sus demonios, sus traiciones y sus debilidades humanas, además de ser un cineasta muy productivo, que logró mantener el mismo equipo de filmación durante tanto tiempo, como el fotógrafo Sven Nykvist.
Otros en el público se mostraron impactados por sus temas sobre los sueños y la muerte. Un hombre cuenta cómo a través de las películas fue capaz de entender a su propia madre que vivía una profunda depresión con mucho temor a la muerte.
Después del conversatorio, decidí reunirme con el guionista y crítico de cine Diego Muñoz para seguir hablando sobre la visión que tienen los chilenos de Ingmar Bergman y sus películas.
Nos reunimos en un café en Providencia, cerca de Avenida Suecia, donde el recientemente inaugurado túnel Vía Suecia une a las líneas 1 y 6 del Metro de Santiago. El túnel fue diseñado por el artista y curador chileno-sueco Luciano Escanilla y, al final del túnel, hay una imagen en la que Ingmar Bergman graba el flujo de viajeros que cambian de tren.
Según Diego Muñoz, Chile es un país lleno de cinéfilos. Cuando el país se abrió al mundo al regresar la democracia, se hizo posible ver películas del mundo exterior, pero el gran avance de la producción cinematográfica chilena llegó cuando la tecnología se volvió digital, especialmente al principio del siglo veintiuno.
La gran fortaleza de las películas de Bergman es, para Diego Muñoz, su enfoque sobre los temas personales, ya que no muestra mucho del país Suecia en sus películas. Según este crítico de cine, ningún otro cineasta describe de manera tan auténtica las pesadillas, por ejemplo, en las secuencias de sueños en Fresas salvajes.
La semana de Ingmar Bergman fue, desde todo punto de vista, un éxito, y a su inauguración llegó mucha gente que, antes de ver El séptimo sello, disfrutó de un exquisito cocktail, ofrecido por la Embajada de Suecia.
Texto y fotos: Marcus Nilsson