Lucia en San Miguel
Por quinta vez celebramos el 13 de diciembre en la preciosa cava de San Miguel, la tradicional ceremonia de Lucia, en coorganización con la Embajada de Suecia, la Municipalidad y la Corporación Cultural de San Miguel.
Asistieron vecinos de la comuna, suecos residentes en Chile o de paso por Santiago y un buen número de chilenos que vivieron en Suecia. Todos los asistentes, niños y adultos, compartimos de nuevo la magia de la procesión de Lucía que aparece por el pasillo de la sala oscura en su camisón blanco, el cinturón rojo y las velas encendidas en su cabeza; el canto navideño del coro chileno sueco; y finalmente, los panes navideños suecos, lussekatter y kanelbullar, ofrecidos por la Embajada de Suecia. Notamos con alegría que nuestro embajador Oscar Stenström participó activamente en la preparación de los ricos panes navideños. Un buen modelo de hombre y embajador moderno.
Como todos los años, se recordaba el origen y simbolismo de la celebración de Santa Lucía, que en Suecia se celebra desde la edad media.
Lucía de Siracusa, Italia, que murió a corta edad decapitada un 13 de diciembre en 304 DC, fue santificada y declarada mártir. Lucía veía a todos los seres humanos como sus hermanos y hermanas.
Protestaba cuando los que tenían el poder, el emperador y su gente, querían que la población alabara al emperador como su Dios.
Lucía nos invita a cada uno/a a ser portador/a de luz desde el lugar donde nos toca vivir; sea en lo familiar, laboral o institucional, iluminando la vida de los que nos rodean.
Nos recuerda que la oscuridad no ganará sobre la luz, y es una invitación a todos nosotros a iluminar la vida de las personas que nos rodean.
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¡Muchas gracias a la Municipalidad de San Miguel, a su alcalde Luis Sanhueza Bravo, y a la Corporación Cultural por acogernos cada año!
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Anna Karin Gauding